La soledad. Ese sentimiento desgarrador. Único. Aquello que atrae consigo vestigios de melancolía y morriña. Ese sentir de las musas desvanecidas que, entre tardes otoñales y juncos marchitos, desaparecen sin dejar rastro alguno.
La soledad. Ese sentimiento que vaga por las frías y oscuras cavernas que forman el corazón de quien no ha sido amado.
+1